Ayuntamiento de Moraleja

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ACTOS DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA

ACTOS DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA
Mié, 06/03/2013 - 08:50 Mujeres

ACTUACIÓN FOLKLÓRICA "HOMENAJE A LA MUJER TRABAJADORA"


    GRUPO: "JÓVENES EXTREMEÑOS" de Clara Blanco
     HORA: 20.00
     LUGAR: Casa de Cultura
     DIA: 8 Marzo (Viernes)

                      ENTRADA GRATUITA 

MANIFIESTO 8 DE MARZO 2013
Cada año, desde hace ya más de treinta, nos reunimos para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, el Día Internacional de todas las Mujeres, de todos los lugares y de de todos los tiempos. Y lo hacemos mirando al pasado, al presente y al futuro, con miradas distintas.
En el pasado fueron tantas y tan numerosas las dificultades y obstáculos que sufrieron las mujeres, que tuvieron que pasar siglos hasta que algunas, valientes y hasta heroicas, que lucharon anónimamente para sembrar de razón y justicia su mundo, consiguieron impregnar las conciencias de sus coetáneos.
Hoy, el panorama ha cambiado sensiblemente. No hace falta repasar los avances conseguidos para afirmar, sin temor a equivocarnos, que el siglo XX pasará a la posteridad como el siglo de la Revolución Social de la Mujer. Así pues, la mirada del presente es la mirada de la continuidad en la lucha. Por los logros conseguidos, por las batallas ganadas, por los desvelos recompensados.
Esperemos que el XXI pase a la posteridad como el siglo de la “NORMALIZACIÓN” de esa igualdad entre mujeres y hombres, en el que desaparezcan actos conmemorativos como éste porque ya no tengan razón de ser. Hombre o mujer, con sus diferencias y sus peculiaridades, enriquecidas en el factor común del concepto PERSONA. Y que eso lo consigamos, en parte porque a esa lucha, tradicionalmente de las mujeres en exclusividad, se convierta en una actitud conjunta de toda la sociedad apoyada por los hombres. Por esos hombres que entienden, creen y sueñan con un mundo más justo.
Pero somos conscientes de que el camino hacia la igualdad, sigue estando lleno de dificultades gratuitas e insospechadas. La difícil situación social, económica, cultural, discrimina doblemente a las mujeres, es la expresión más dura de la feminización de la pobreza y la exclusión. Debemos, en consecuencia, redoblar nuestros esfuerzos para hacer llegar una vez más el mensaje de que es necesario un cambio de actitud colectivo: no se pide ni se quiere ni más ni menos que respeto, dignidad y justicia. Porque, pese a todo ello, sigue habiendo en el mundo mujeres que sufren agresiones, que son víctimas de violaciones, de trata de personas con fines de explotación sexual, que sufren amenazas y desigualdades en el trato y en las oportunidades y, en definitiva, que son tratadas de un modo injusto, vejatorio y discriminatorio por el hecho de ser mujer.
La legislación aprobada a todos los niveles nos ha dado el respaldo jurídico para desarrollar el principio de interseccionalidad: Se trata de que el compromiso y la prioridad es garantizar el ejercicio de los derechos de ciudadanía de todas las mujeres, promoviendo su participación económica, política, social, laboral y cultural, poniendo en marcha las acciones necesarias para aquellos colectivos en los que confluyan diversos factores de discriminación: tales como la discapacidad, la orientación sexual, la etnia y condición migratoria, la privación de libertad o la drogodependencia entre muchos otros, que las sitúan en una doble situación de vulnerabilidad y desventaja social.
Y no queremos finalizar este manifiesto sin hacer referencia a la infancia. Es importarte dedicar buena parte de nuestros esfuerzos a intervenir con menores en sus centros educativos desde la transversalidad: sensibilizar en materia de violencia de género, en el respeto a las diferencias entre las personas, en el reparto equitativo de tareas y roles.
PREVENIR ES GANAR, porque ellos y ellas, ESOS NIÑOS Y ESAS NIÑAS, son nuestro futuro.
Hoy, vamos a movernos, como dijo Rosa Luxemburgo: “por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”.

MANIFIESTO 8 DE MARZO 2013Cada año, desde hace ya más de treinta, nos reunimos para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, el Día Internacional de todas las Mujeres, de todos los lugares y de de todos los tiempos. Y lo hacemos mirando al pasado, al presente y al futuro, con miradas distintas.En el pasado fueron tantas y tan numerosas las dificultades y obstáculos que sufrieron las mujeres, que tuvieron que pasar siglos hasta que algunas, valientes y hasta heroicas, que lucharon anónimamente para sembrar de razón y justicia su mundo, consiguieron impregnar las conciencias de sus coetáneos. Hoy, el panorama ha cambiado sensiblemente. No hace falta repasar los avances conseguidos para afirmar, sin temor a equivocarnos, que el siglo XX pasará a la posteridad como el siglo de la Revolución Social de la Mujer. Así pues, la mirada del presente es la mirada de la continuidad en la lucha. Por los logros conseguidos, por las batallas ganadas, por los desvelos recompensados. Esperemos que el XXI pase a la posteridad como el siglo de la “NORMALIZACIÓN” de esa igualdad entre mujeres y hombres, en el que desaparezcan actos conmemorativos como éste porque ya no tengan razón de ser. Hombre o mujer, con sus diferencias y sus peculiaridades, enriquecidas en el factor común del concepto PERSONA. Y que eso lo consigamos, en parte porque a esa lucha, tradicionalmente de las mujeres en exclusividad, se convierta en una actitud conjunta de toda la sociedad apoyada por los hombres. Por esos hombres que entienden, creen y sueñan con un mundo más justo.Pero somos conscientes de que el camino hacia la igualdad, sigue estando lleno de dificultades gratuitas e insospechadas. La difícil situación social, económica, cultural, discrimina doblemente a las mujeres, es la expresión más dura de la feminización de la pobreza y la exclusión. Debemos, en consecuencia, redoblar nuestros esfuerzos para hacer llegar una vez más el mensaje de que es necesario un cambio de actitud colectivo: no se pide ni se quiere ni más ni menos que respeto, dignidad y justicia. Porque, pese a todo ello, sigue habiendo en el mundo mujeres que sufren agresiones, que son víctimas de violaciones, de trata de personas con fines de explotación sexual, que sufren amenazas y desigualdades en el trato y en las oportunidades y, en definitiva, que son tratadas de un modo injusto, vejatorio y discriminatorio por el hecho de ser mujer.La legislación aprobada a todos los niveles nos ha dado el respaldo jurídico para desarrollar el principio de interseccionalidad: Se trata de que el compromiso y la prioridad es garantizar el ejercicio de los derechos de ciudadanía de todas las mujeres, promoviendo su participación económica, política, social, laboral y cultural, poniendo en marcha las acciones necesarias para aquellos colectivos en los que confluyan diversos factores de discriminación: tales como la discapacidad, la orientación sexual, la etnia y condición migratoria, la privación de libertad o la drogodependencia entre muchos otros, que las sitúan en una doble situación de vulnerabilidad y desventaja social. Y no queremos finalizar este manifiesto sin hacer referencia a la infancia. Es importarte dedicar buena parte de nuestros esfuerzos a intervenir con menores en sus centros educativos desde la transversalidad: sensibilizar en materia de violencia de género, en el respeto a las diferencias entre las personas, en el reparto equitativo de tareas y roles.PREVENIR ES GANAR, porque ellos y ellas, ESOS NIÑOS Y ESAS NIÑAS, son nuestro futuro. Hoy, vamos a movernos, como dijo Rosa Luxemburgo: “por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”.