Ayuntamiento de Moraleja

La Casa de la Encomienda es un edificio relevante, que perteneció a la Orden de Alcántara y que merece ser protegido como BIC, porque a lo largo de su dilatada historia ha sido escenario de acontecimientos cruciales para Moraleja y su comarca.

Pese a que presenta un deteriorado estado de conservación, mantiene una imagen bien integrada en el paisaje ribereño, junto a la Rivera de Gata y organizada en torno a un magnífico patio, en el que permanece su empedrado primitivo, de 1583, de rollo cuarcítico dispuesto en calles delimitadas por líneas maestras paralelas.

Conserva, además, como parte de su estructura, monumental y defensiva, elementos valiosos como el lienzo de muralla en el lado del río o la torre del homenaje, pese a los numerosos añadidos y reformas posteriores para adaptar la casa a diferentes usos.

El edificio está constituido por dos crujías, dispuestas en forma de “L” invertida, a las que posteriormente se le añadieron otros espacios de carácter más tosco. Entre todos determinan una figura geométrica tendente a un cuadrado irregular.

Al sur del patio y fuera del recinto amurallado conservado, se encuentra un terreno arbolado a modo de jardín o huerta, citado ya a finales del siglo XVI a título de “vergel de naranjos”. A día de hoy se encuentra muy transformado, debido a las construcciones contemporáneas levantadas en su interior.

HISTORIA

Tras la reconquista definitiva de Moraleja y su entorno por parte del rey Alfonso IX de León, a principios del siglo XIII, la zona es entregada a la Orden de Alcántara, que ya a principios del siglo XIV había convertido a la localidad en cabeza de una encomienda. Hay constancia de comendadores en Moraleja desde al menos 1335.

La primitiva construcción de la Encomienda de Moraleja, con su torre, muralla y dependencias residenciales, debió tener una estructura liviana, por eso, a los largo del siglo XVI se acometieron numerosas intervenciones arquitectónicas en la casa.

A principios del siglo XVII, se ejecutan obras para conseguir mayor seguridad en el edificio, con el objetivo de evitar robos, ya que en su interior se almacenaban los diezmos del pan, vino y aceite de la Encomienda moralejana. En muchos territorios, las casas de las encomiendas eran los centros recaudadores y depositarios de tributos, con lo que se reparaban sus fortificaciones y defensas constantemente.

En 1703, se hospedó en este inmueble el rey Felipe V con su numeroso ejército durante los enfrentamientos con Portugal dentro de la Guerra de Sucesión. Será la proximidad de Moraleja a la frontera lo que propicie la construcción de su muralla abaluartada, protegida por fosos, revellines y baluartes, de la que no quedan prácticamente restos actualmente salvo los incorporados a las defensas propias de esta Casa de la Encomienda.

En el siglo XX, este inmueble acogió un cuartel de la Guardia Civil, lo que provocó nuevas intervenciones en el edificio para adaptar sus dependencias a las nuevas necesidades.

En palabras del alcalde, Pedro Caselles, expresaba, “ la satisfacción del equipo de Gobierno con el inicio de la declaración de BIC, ya que es un expediente en el que se lleva trabajando durante toda la legislatura, además de ser otra promesa electoral más cumplida” insistió “en la necesidad de llegar a acuerdos con los propietarios actuales para que la Casa de la Encomienda pase a titularidad municipal “ concluyó “ desde el Ayuntamiento no podíamos consentir que desaparezca el Patrimonio Cultural de nuestro Pueblo”